Ya han
pasado 6 meses desde que llego la bendición más hermosa a mi vida.
No ha
sido fácil, ya que la vida cambia en su totalidad, ya no despierto a la hora
que yo quiero, no duermo cuando lo quiero, lo hago cuando puedo, ya no existe
el pelo liso todos los días ni las piernas depiladas cada semana, pero eso no
tiene importancia cuando miro a mi bebe
y veo lo grande y sanita que esta.
Llego a
nuestra casa siendo una lauchita que se quedaba sin reclamar donde nosotros la
dejaramos, pero hoy en dia ya demuestra su descontento cuando no quiere alguna
cosa, su personalidad es encantadora, fuerte y con decisión, pero tierna a
morir, tanto que Salvador y yo babeamos cada vez que la miramos.
Hasta
el momento siento que hemos un excelente trabajo, es una beba muy linda y
despierta, adora a su perro tanto que le estira su manito para que el Ozzy le
languetee los deditos y lo toma con sus dos manitos para acercárselo a la cara
para que se den besos (lógico que hasta ahí llega el juego eso si, animalito es
animalito aunque sea su mejor amigo).
Ya
estamos a un mes de haber comenzado a darle comida a la Amandita y es un show
ya que ve el plato de la papilla y cierra herméticamente la boca, pero cuando
la nena quiere pide su comidita como los pollitos.
Despues
de la experiencia de estos seis meses confirmo que lejos lo mejor de la vida es
ser mama, es una satisfacción única, un amor que sobrepasa todos los limites,
por mi hija saco energias de donde no las hay, si despierta cinco veces en la
noche las cinco corro a su lado para que vea que no esta sola y que siempre
esta y estará su mama.
Amanda
Rafaela, eres mi vida!!!