Miles de veces hemos podido ver tanto en vivo como por television a hombres en altura esperando el momento preciso de poder lanzarse al vacio en espera de ese apreciado trapecio que les puede salvar la vida o que puede permitir que la pierda en el intento.
Cuantas veces hemos sentido que estamos en el precipicio dispuestos a saltar y no lo hacemos por el temor que se siente por no saber a que nos podemos estar enfrentando?
El miedo a lo desconocido no puede tomar las riendas de nuestras vidas, no podemos vivir detras de los temores toda la vida. Por nada del mundo alguien o algo puede tomar las desiciones por nosotros.
Cada uno va creando su propio destino, quizas y muchas veces nos equivoquemos, pero eso no nos quita el derecho a poder insistir hasta que nos funcione.
He ahi la metafora de trapecista. No creo que exista en el mundo el hombre que un dia amanecio con el deseo de probar en el trapecio y que al primer intento haya logrado volar por el cielo, solo sujeto a un trapecio. Aquella persona despues de amanecer con esa idea debio haber pensado donde, como y cuando poder practicarlo. Tomar ciertas medidas para poder romper el miedo de la "primera vez"... Siendo normal en el primer intento no lo logro, pero eso no le quito el deseo de lograrlo alguna vez mas y gobernar la angustia para un nuevo intento. Y asi cuantas veces fueran necesarias.
Me cai una vez del trapecio, lo volvi a intentar despues de recuperar la confianza en mi, despues de perderle el miedo nuevamente a la altura y por el deseo natural de sentir adrenalina, y saben que? Funciona y se siente grato el poder decir que lograste superar los miedos y las inseguridades y se hincha el pecho cada vez que transmites tu experiencia de que eres una triunfadora por el simple hecho de no tenerle miedo a intentarlo una vez mas.
